ANINA...

Haz un añu que te perdimos el rumbo. Ya no tenemos tu estela. Pero, aunque no estés aquí, nos quedará tu recuerdo para siempre. Cada vez que alguien te menciona, un poco de ti revive entre nosotros. Imagínate lo que ocurriría si todos los que te conocimos hiciéramos lo mismo.

¡Qué la gran luna de esta noche sea un faro en el que orientarse para revivir cada día esos momentos brillantes y alegres que todos compartimos contigo!

Anina, te dejo en compañía de nuestros queridos Pekenikes. Ya que estamos en semana santa, nada mejor que esta maravillosa adaptación de uno de los movimientos de la obra de J.S.Bach: La pasión según S. Mateo.