El barquito de papel

  -Ya que Armando me incitó, cosa bastante comprensible, ya que todos sabemos lo incitador que ye Armando, jeje, voy a intentar plasmar algunos recuerdos de niñez de cuando Armando nos comenta; de cuando la reguera Cortina no estaba cubierta y pasaba por la parte de atrás de la calle A de les Colomines y la parte de atrás de la entonces Pista de D. Julio - después Sandra. El casu ye que la primera vez que yo escuché la canción de Serrat del barquito de papel, me trasladó a la infancia de aquella época de golpe, y muy concretamente a ese espacio donde se escuchaba decir tu nombre desde la ventana, como nos decía Armando, a consecuencia de que ya era la hora de ir a comer, merendar, o cenar. Recuerdo que posabas el barco de papel, un corchu o un cachu de tabla y lo seguías hasta donde el agua de la reguera lu arrastraba. Logicamente, el barco que mas lejos llegaba era el del ganador del juegu. Otro de los recuerdos que mas me vienen a la memoria, surge cada vez que abro una lata de esparragos de los largos (por cierto, me encantan los buenos espárragos), no puedo evitar recordar aquellos trenes que hacíamos con las latas de conserva obaladas, a las que le hacíamos un agujero en los extremos para pasarles una cuerda uniéndolas a modo de vagones, y en la de delante de todas, poníamos la que era de espárragos, que era mayor y de forma rectangular, lo que le hacía diferenciarse claramente como la locomotora del trenecillo, jeje. El caso es que de aquella, al igual que ahora, los espárragos, los buenos, los  auténticos de Navarra y no del Perú, eran muy caros, y no todos teníamos una maquina con la lata de espárragos, era un lujo que no estaba al alcance de todas las economías. Para poder jugar a los trenes, era inprescindible que hubiera alguna obra cerca de la zona con su montón de arena correspondiente, y así poder hacer el trazado del tren, que algunas de las veces los hacíamos hasta con túneles, eso sólo en el caso de los mas hábiles, al menos yo así lo recuerdo. Otra de las actividades mas frecuentes, aparte de la que nos comenta Armando de salir a jugar con los jugetes que nos traían los Reyes Magos el día siguiente, era la de los domingos; después de salir del cine, todos jugábamos a ser alguno de los personajes  de la peli que veíamos  en el cine. Si era de romanos, a espadas y escudos , si era de vaqueros, a pistolas y rifles, si era de espadachines iden de lienzo. ¿No lo recordais así?. Bueno creo que ya he cubierto el cupo de recuerdos infantiles, en otro momento, en caso de que os guste, intentaré poner algo mas. Un saludo.

5 comentarios

[Julio - 04 de diciembre de 2011 - 14:54]

Bueno, si me toca me toca. En esta ocasión me voy a trasladar a nuestra mas tierna infancia, si es que nuestra infancia fue tierna alguna vez, jeje. Yo creo que si fue tierna, pero como me dice Gloria cuando hablo de temas gastronómicos, mi opinión no cuenta, y en este caso no debería de contar, ya que soy parte interesada en el relato, jeje. Volviendo al tema y para que os centréis, voy a una época en la que el simple hecho de pasar la carretera general que separaba les colomines de los cuarteles, era toda una aventura, el ir a otra parte del pueblu mas lejanas era algo que tenía que esperar un tiempo prudencial en el que ganaríamos en confianza y valentía. Una vez cruzada la carretera, accedíamos a la parte de atrás de los mismos por por el hueco que había entre los dos bloques, y allí reinaban otros guajes, donde al frente de la banda estaba nuestro Jose en compañía José Ramón Armonía, Cataté y los hermanos Fuello de la Viñuela entre otros. Allí disponían de un espacio verde enoooorme a vista de nuestros ojos de la época, que siendo tan pequeños, todo nos parecía inmenso, y si eras capaz de pasar a la parte de arriba de les carboneres donde la mayoría de la gente tenían gallineros, eso ya era lo mas de la aventura, pues recuerdo que por alguno de los locales que allí había se guardaban los caballos de la guardia civil, que tanto respeto nos imponían. Volviendo al espacio inicial del prau que tenían en exclusiva los personajes citados anteriormente, si te admitían, allí jugábamos al balón, a luchar a espada, al toro, y en algunas ocasiones se hacían chabolas, pero eso era mas dificil, y nos contentábamos con ver como las hacían los que eran mayores que nosotros. Con el paso del tiempo, también hubo unas épocas en que íbamos a les mates que había por la zona alta del pueblu, donde con un machete o algo que hiciera las veces, buscábamos ramas flexibles que pudieran valer para hacer arcos que fueran lo suficientemente fuertes como para soportar una cuerda bien tensa de tanza que impulsara una flecha que hacíamos con unos palos de unas plantas, a las que les quitábamos las ramas cuando se secaban y como eran muy derechas nos valían para usar como flechas. Para que fueran efectivas, les poníamos en el extremo mas ancho unas vueltas de alambre para que ganaran peso y tuvieran buena trayectoria. ¿No lo recordáis así?, yo al menos si. Bueno, creo que ya puedo pasar la vez a otru que se atreva a contar mas batallitas, jejeje. Un saludo a todos.

[Vicente - 03 de diciembre de 2011 - 17:03]

Hola collacios...

Voy hacer casu a Armando y así, a ver si Julio y algunu más se anima.
Igual fuimos la última generación en dsifrutar todo tipo de juegos en la calle y por caleyes sin asfaltar.
Si bien los nuestros fios que casi rondan ya los 30 los mayores, les tocó algo, pero en un grado mucho menor que el nuestru y por supuesto sin el ingenio de aquellos tiempos de escasez de todo tipo.
Hoy día ya ni os cuento, porqué pasó totalmente a la Historia.
Era tal la variedad de juegos y distraciones que teníamos, que hasta sería largo de enumerar.
El toro, vaya tardes que nos pasábamos jugando, a la pica la mula, hay luz, esti era guapu más pa los que saltaban, y el que daba con el cinturón si te pillaba dentro del circulo.
Cuchillo , tijera ojo de buey o de tu güela, zurriáscala, en esta y dabamos una forgasia buena a Bertón el del Rebollu y si te pillaba te metía un latigazu, que te dejaba guapes les piernes, ya que estábamos en pantalones cortos.
El escondite, tres marinos, pio campo, el pañuelu, a fruta pol verano,hacer putaes; esti era por tol pueblu pa calentar tocaba el zapateru el Che, en la Carreterona, y gritábamos " Che quies nueces " saliá como un tiru con un cayau y decía " hay un pijo pa tu madre " saliamos volando muertos de risa a preparar más putaes.
Vaya tiempos más felices con tan poco.
Estoy seguru que todos nuestros recuerdos, confluyen en los mismos juegos y las mismas experiencias.

Saludos.

P.D. ! Ala Julio te toca !

[Armando - 02 de diciembre de 2011 - 15:00]

Pues claro que nos gustó el tu relatu Julín y el de Vicentín también, como ya hice mención el otru día y en vista que esto ta muy parao y vosotros tenéis mas tiempu...sentáivos delante de ésta pantalla en la que ahora mismo tais leyendo esti correo y a escribir, que lo faceis muy bien y a tos nos presta el leer lo que con gusto escribíis.
Cuidadín con la carretera y que paseis un muy buen fin de semana.
Un besín pa toos-es del vuestru amigu que lo ye.
Armando.

[Armando - 01 de diciembre de 2011 - 12:46]

Incitador dices?? jejeje serás cabronucu? jejeje.
Ya lu sabéis seguro.
35 años de matrimonio y la muyer lu pregunta al marido..Ramiro, después de tantos años de casaos aún te excito??
Que si me excitas? responde el...
Me pones de una mala hostiaaa.
Aunque de lo que tu hables ye de incitar y no excitar eh? jejejej. Ésta cabeza mia.....
Muy buenos los dos relatos el tuyu y el de Vicente, así que seguir por favor, recordándonos aquella maravillosa época y les muches anécdotes que seguro tos tenemos.
Un besin del vuestru amigu que lo ye.
Armando.

[Vicente - 30 de noviembre de 2011 - 23:58]

Hola collacios:
Somos una generación privilegíada, en lo que a juegos de barrio y de calle se refiere.
En Santa Olaya no teníamos Reguera, pero sí Les Escueles Nacionales, que jugabamos detrás a la pelota y al frontón con el muru de ladrillu colorau de la carpinteria. Ahí cazabamos murcielagos con un jersey, pa dai pitos y nos atechábamos en los soportales de la entrada, preparando alguna.
La escombrera y el basureru que lindaba con los del Lugarin, en la escombrera hacíamos chaboles con piedres, con cocina y entrada, andabamos entre la playa de islam que había. Y la Llera pa jugar al futbol.
Los juegos eran en les caleyes de Santa Olaya, enfrente de la Academia eran les boles sobre todo el triángulo, eran de barro y empezaron les de cristal luego y andábamos con unos bolsaos de elles.
Era muy hábil Cheroche cada uno tenía la forma de tirar.
En tiempso de la Vuelta y el Tour el rey eran los "chaplillos " que manera encasquillar cristales y buscar ciclístas, Poulidor, Anquetil,López Carril, Pingeon y un montón de ellos.
Con pinchazos, puertos, primes y meta.
Bueno ya seguiremos con más.

P.D. Al final hicimos y jugamos tos a lo mismo, pero fueron tiempos felices con gandes recuerdosy libres total jajjajajajj